Mi Estado Social de Derecho (1991)

Mi Estado Social de Derecho (1991)

John Edwin Leal Ferreira 

Tras un largo camino recorrido en esta asignatura llegamos a la actualidad con la Constitución de 1991. Hoy no quiero hacer una columna hablando de una mera descripción de esta constitución, ni su tinte político, ni su articulado, ni los cambios que trajo respecto a sus predecesoras. Quiero hablar de mi vivencia personal de la asignatura y mi percepción respecto a la Constitución de 1991 extraída de las vivencias de mi profesor. Más allá de limitarnos en la clase a realizar una revisión teórica de todo el contexto social del momento, la situación de la violencia, el proceso de la Séptima Papeleta y la conformación de la Asamblea Nacional Constituyente, pudimos disfrutar de primera mano de las palabras de una persona que vivió la experiencia e hizo parte de este movimiento como hito en la historia colombiana, un hito que es objeto de estudio por otros países hasta la actualidad.

Es bastante interesante escuchar la pasión en cada una de las palabras del profesor que son el reflejo de un baúl de recuerdos que se abre, que reaviva ese espíritu juvenil hambriento de cambio, buscando un mejor país para todos, buscando consolidar aquella identidad colombiana que no se ha logrado en más de 200 años. Y no es para menos, un grupo de jóvenes lograron arrebatar de las garras de los partidos políticos tradicionales la constitución instrumentalizada para dar lugar a una constitución viva, por encima de los intereses personales y que buscaba proteger lo verdaderamente valioso, el ciudadano.

Todo este camino me ha hecho entender lo afortunados que somos de vivir en este país y en este momento en la historia. Para mi pesar, creo que esta misma fortuna ha sido la maldición que nos ha hecho indolentes y conformistas con la política que vivimos. Tragamos entero, no conocemos nuestra historia y nos reducimos voluntariamente a ser una estadística o un simple voto a cambio de un tamal.

La historia constitucional no se puede enseñar simplemente recitando cada constitución como lo pide el microdiseño curricular, con palabras vacías y sin entender la voluntad que ha sido puesta en cada uno de sus artículos, incisos, numerales, literales y parágrafos. Una constitución se enseña a partir de entregar los elementos necesarios que generen los espacios para la construcción de una visión integral del tema que permita los interlocutores establecer una posición crítica más allá de los colores políticos y las opiniones sin fundamento. Una constitución se enseña y se trae a la vida cuando en espacios cotidianos logras aplicar herramientas como la discriminación positiva en tus propios estudiantes entendiendo las necesidades y capacidades de cada uno. Hoy no solo hago esta columna como parte de las actividades propias de la asignatura, hago una columna con total agradecimiento hacia mi maestro. Gracias a mi maestro he podido continuar mi camino académico sin abandonar mis obligaciones laborales, gracias a mi maestro he podido mantener la beca que con mucho esfuerzo pude conseguir y estuve a punto de perder por la imposibilidad de asistir a todas mis clases de manera ferrea, gracias a mi maestro he visto materializada una pequeña parte de la Constitución de 1991 en mi vida y eso me ha cambiado como persona.

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