El tamaño no importa (1853)

El tamaño no importa (1853)

 John Edwin Leal Ferreira 

La Constitución Neogranadina de 1853, conocida también como la "Constitución Política de la Nueva Granada", emerge como un documento seminal en la historia constitucional colombiana. Esta carta fundamental, que rigió el destino de los neogranadinos hasta su derogación en 1858, encapsula un período de transformación política y social marcado por el ascenso del liberalismo y la consolidación de ideales democráticos.

Con apenas 64 artículos, distribuidos en once capítulos, esta constitución se erige como la más concisa en la historia de Colombia hasta ese momento. Bajo el liderazgo de José María Obando, esta carta fundamental fortaleció el ideal federalista, sentando las bases para una nueva era en la política colombiana. Uno de los pilares fundamentales de la Constitución de 1853 fue la separación entre el Estado y la Iglesia. Esta medida marcó un hito en la historia religiosa del país y sentó las bases para una mayor autonomía del poder civil frente a las instituciones eclesiásticas. Además, la abolición de la pena de muerte y la introducción del matrimonio y divorcio civil reflejaron un compromiso con los derechos individuales y la justicia social.

Sin embargo, estas reformas no estuvieron exentas de controversias. El fortalecimiento del ideal federalista y la ampliación de las libertades individuales generaron descontento entre ciertos sectores de la sociedad, lo que eventualmente condujo al golpe militar de José María Melo en 1854. Este episodio subraya las tensiones políticas y sociales que caracterizaban el período y la lucha por el poder entre diferentes facciones. Uno de los aspectos más destacados de la Constitución fue la abolición de la esclavitud. El artículo 6, de forma tajante, declaraba: "No hay ni habrá esclavos en la Nueva Granada", estableciendo un principio de igualdad y dignidad humana que trascendió el tiempo y el espacio. Este avance significativo reflejó el compromiso del Estado con la justicia y la emancipación de aquellos que habían sido privados de sus derechos más fundamentales.

Además, la Constitución Neogranadina introdujo importantes reformas en la estructura del gobierno. El establecimiento de un régimen especial para territorios específicos, como Guajira y Caquetá, y la fortificación de la figura del procurador general, reflejaron un esfuerzo por adaptar el sistema político a la diversidad geográfica y cultural del país. La Constitución representa un hito en la historia constitucional colombiana. Su legado perdura en el tiempo como un testimonio de los ideales democráticos y la lucha por la justicia que han guiado el desarrollo político y social del país. A través de sus disposiciones, esta carta fundamental sentó las bases para una Colombia más inclusiva, justa y democrática.